Montilla realizó estas declaraciones en la sesión de control del Parlamento catalán, donde Daniel Sirera, portavoz del Grupo Popular, le pidió que explique por qué "hoy en día un vehículo cuesta 500 euros más en Cataluña que en el resto de España".

Montilla se comparó con otros territorios que no apoyan la medida, como es el caso de Madrid, y añadió que "la vivienda y el agua tampoco tienen el mismo precio" en todas las ciudades.

De este modo, el president catalán deshojó finalmente la margarita en torno a su adhesión a la iniciativa del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, de subvencionar con dos mil euros la compra de vehículos para ayudar al sector de la automoción.

El Plan de ayudas al sector del automóvil del Gobierno central precisa la colaboración de las comunidades y la negativa del presidente podría representar "una medida anticatalana que incentiva la venta de vehículos fuera de Cataluña", aseguró Sirera.

Montilla afirmó no haber dicho "cosas distintas a Huguet y Castells" y defendió el "esfuerzo del Gobierno catalán" para el desarrollo del sector.

Ahora bien, apuntó que "los recursos públicos son escasos y los de la Generalitat todavía más". Por ello, "cuando los concesionarios pidieron esto durante la celebración del salón del automóvil dije que se habían equivocado de ventana", apuntó.

Por último, Montilla afirmó que "lo que haremos en Cataluña es estudiar esta posibilidad pero sobre la base de constatar primero que no nos ha gustado tal y como se ha formulado".