En el PSC trabajan con la convicción de que una participación superior al 65% beneficiaría a su candidato, por lo que en los últimos días han centrado su ofensiva política en la necesidad de acudir a las urnas.

En esta idea insistió de nuevo Maragall esta mañana, en el transcurso de su visita al Mercado de Bellvitge, en la localidad barcelonesa de Hospitalet, donde tuvo la oportunidad de ecibir personalmente no sólo abrazos y peticiones de autógrafos, sino multitud de peticiones de los vecinos, que le reclamaban medidas muy concretas para mejorar la vida en el barrio.

Para argumentar su afán por "sacar la campaña a la calle", Maragall aseguró que es en la visita a los barrios donde se conoce realmente el pulso de la gente. "No he encontrado a nadie de otros partidos por aquí, y ahora se van a extrañar de que cambie el voto. El voto no ha cambiado, estaba aquí", comentó a los periodists.

Maragall visitó el mercado acompañado del alcalde de Hospitalet, Calestino Gorbacho, que también se empleó a fondo en la entrega de claveles rojos a la multitud, la mayoría amas de casa dispuestas a hacer la compra.

Después de recorrer algunos puestos, Maragall se detuvo en uno de camisas buscando alguna de su agrado y que no fuera "muy pepera". Finalmente, se inclinó por una azul marino, talla 42 y, por supuesto, de la marca "Pascual". Como ya le ha ocurrido en alguna otra ocasión en esta camaña, al abrir la cartera se dio cuenta de que no llevaba dinero encima, así que Gorbacho desembolsó 2.500 pesetas para que Maragall se llevara la prenda.

El candidato socialista aprovechó para responder a las críticas vertidas por Pujol a la participación de Felipe González en dos actos del PSC. "Pujol", dijo Maragall, "no trae amigos de fuera porque no tiene".

Especial hincapié puso en criticar los actos supuestamente "institucionales" de Pujol en esta campaña. "No puede hacer una campaña en lascalles y los barrios porque no conoce las calles y los barrios, y en Cataluña no se puede gobernar si no se conocen las calles y los barrios", dijo.

Después de esta visita, Maragall se subió a un helicóptero para recorrer en un frenético último día de campaña las cuatro provincias catalanas, con escala en la Universidad de Girona, una comida con militantes en la Seu de Urgell, un recorrido por las principales calles comerciales de Lleida y, finalmente, el mitin de cierre en Tarragona. Aún tendrá tiemp para asistir a la fiesta popular que se celebrará en Barcelona, y con la que los socialistas llegarán a la medianoche.