Romero, que fue miembro de la comisión de investigaión del caso Roldán, insistió en que Pujol "no tiene vergüenza, porque él y la dirección de CiU presionaron al diputado convergente Josep López de Lerma para que en la comisión de investigación votara en contra de la comparecencia de Narcis Serra, pedida para que éste aclarara precisamente el fruto del espionaje del CESID y los conocimientos que pudiera tener del enriquecimiento y de las actividades de Luis Roldán".

"La gente no se va a dejar engañar", dijo Romero sobre las acusaciones de Pujol, "porqe el apoyo más sólido que ha recibido Narcís Serra en toda esta etapa, incluido el salvarle de comparecer ante la comisión Roldán, que fue un espectáculo bochornoso, fue la decisión de Jordi Pujol".

En opinión de Romero, con intervenciones como la de Pujol "la gente va a tener una sensación de la política como el arte de la mentira y el arte de que ahora ataque, porque una campaña electoral se acerca, a los que ha apoyado de manera entusiástica. Apoyo que ha sido decisivo para que no se aclararan las esponsabilidades ni en el informe Crillon, ni en los temas relacionados con el espionaje telefónico, ni en los relacionados con la comisión Roldán, ni en los relacionados con el GAL".

"Yo no creí nunca que el cinismo y la desvergüenza de Jordi Pujol llegaran a tanto y creo que los electores catalanes deben tomar nota", concluyó Romero.