En rueda de prensa en la Cámara Baja, Molins señaló que la nueva polémica surgida entre el Gobierno y CiU "no ayuda a las relaciones entre ambos partidos", y advirtió que el enfrentamiento sobre la Ley del Catalán no es ninguna escenificación preelectoral.

Molins explicó que la polémica surgió de unas primers afirmaciones de la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, que fueron "tergiversadas y manipuladas", y que después Rodríguez, "como le pasa con frecuencia, no se enteró" y continuó con la "bronca".

A su juicio, Aguirre "está intentando aclarar las cosas y evitar la bronca", "con buena voluntad", mientras que las afirmaciones de Rodríguez demuestran que, "más que portavoz, es amigo de la bronca".

En su opinión, llueve sobre mojado, ya que, según dijo, "no recuerdo del señor Rodríguezni una sola intervención en la que haya intentado aproximar posiciones y no abrir abismos. No recuerdo ni una sola en esa dirección".

RODRIGUEZ, EL PROBLEMA DE AZNAR

Molins añadió que "el señor Rodríguez no es nuestro problema, es un problema del señor Aznar. Rodríguez no es mi portavoz, sino el portavoz del señor Aznar y es su problema".

En este sentido, advirtió que "uno corre el riesgo de que, cuando mantiene como portavoz a una persona que actúa de esa manera, al final la gente piensa que n es casual, y que quien quiere la bronca es el Gobierno de quien tu eres portavoz y no sólo el portavoz".

"La reiteración de actuaciones como ésa lleva a la conclusión de que quien calla otorga, no lo contrario, y él (Aznar) sabrá lo que tiene que hacer", afirmó.

El portavoz de CiU aseguró que asuntos "que golpean a la sociedad", como el terrorismo y el conflicto lingüístico "deben ser excluidos de la lucha partidista al máximo posible" por las fuerzas políticas, en lugar de utilizarlos electoralente, poniendo en peligro la convivencia social.

"La convivencia es un valor que es positivo para todos. A mí no me vale utilizar el terrorismo o el conflicto lingüístico porque me puede hacer ganar votos relativos con otro, si con ello pierdo la convivencia. Esos son unos límites que deberíamos tener todos muy presentes", declaró.

Molins criticó también al candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, por decir que la nueva polémica PP-CiU es una escenificación preelectoral. Es muy poco elegante por parte del señor Borrell que diga que esto es una comedia; esto, por desgracia, no es una comedia", indicó.

Reiteró que la convivencia de dos lenguas en un mismo territorio "siempre es conflictiva; por tanto, es acercar gasolina a unos ciertos rescoldos que siempre existen" hacer declaraciones que rompan la convivencia. Aclaró que "describir una realidad como si el castellano estuviera en peligro en Cataluña es una deformación tremenda. Nadie que conozca la realidad y esté en s sano juicio puede decir una cosa similar".