Borrell no sabe si esta polémica entre el PP y CiU es una "escenificacón", un proceso donde se trata de escenificar una ruptura sobre un tema sensible para justificar adelantos electorales de unos o de otros o si, por el contrario, "estamos ante algo más serio".

En cualquier caso, manifestó que "hay que tener mucho cuidado con los problemas de la lengua. Hay que hacer una llamada a la responsabilidad para no manipular los problemas lingüísticos, que no han sido nunca un problema en Cataluña, que es una comunidad civil sin problemas lingüísticos desde el punto de vista d la convivencia de dos grandes colectivos que tienen uno como lengua propia el catalán y otro como lengua propia el castellano".

En este sentido, expresó su preocupacion porque empieza a ver que "hay problemas que se crean para ser utilizados, para manipular sentimientos o para plantear conflictos que pueden acabar haciendo que dos partidos políticos se presenten como los defensores de dos colectivos humanos identificados por su lengua propia. Eso sería muy preocupante, porque lo que no ha sido nunca n problema puede acabar siéndolo si unos y otros intentan sacar rentabilidad electoral de la manipulación emotiva de algo naturalmente muy importante para un ser humano, como es su lengua propia y la convivencia que resulta de colectivos que tienen lenguas propias distintas".

"A eso los socialistas no vamos a jugar", aseguró, "sino que vamos a redoblar el papel que hemos jugado en Cataluña de elemento que vincula, que cohesiona, que une, que garantiza la unidad civil del pueblo catalán, independientemnte de la lengua propia de cada uno; una tarea de cohesión que ha evitado que se reprodujeran fenómenos tristes de antes de la guerra y que estaban gloriosamente olvidados".