Los participantes decidieron además remitir el protocolo a ayuntamientos y entidades sociales, a fin de fomentar el debate y la sensibilización social sobre los problemas de los inmigrantes.

También aceptaron elcompromiso de constituir en breve el Foro Regional de Inmigración de Castilla-La Mancha, que canalizará las demandas concretas y tratará de solucionar los problemas.

Este programa se compromete a luchar por la integración social de este colectivo y a combatir cualquier manifestación de racismo, para lograr la plena convivencia basada en los valores democráticos.

El acuerdo contempla la creación de un observatorio permanente en la Consejería de Bienestar Social, que diagnosticará y evaluará la evoución de los flujos migratorios.

También están previstas actuaciones en normativa legal, ámbito laboral y profesional, educación y cultura y el fomento de la participación social de los inmigrantes.

En el protocolo participan, además de la administración autonómica, Cáritas Diocesana de Toledo, Cruz Roja, la Federación de Municipios, Médicos del Mundo, la Confederación de Asociaciones de Vecinos, UGT, CCOO y el Centro Educación y Destino.