CASTILLA-LA MANCHA SE SUMA A NARBONA EN SU OPOSICIÓN A LOS TRASVASES
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El vicepresidente primero y portavoz de la Junta de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, se sumó hoy a la oposición manifiesta contra los trasvases por parte del Ministerio de Medio Ambiente, allá donde sean, como el recientemente planteado por Cataluña del Segre al Llobregat.
Esta política de oposición a los trasvases y de fomento de las desaladoras por parte del Ministerio que dirige Cristina Narbona es una estrategia que también defiende el Gobierno de Castilla-La Mancha, al igual que la caducidad del trasvase Tajo-Segura, "porque tiene mucho más sentido", comentó.
En la rueda de prensa para explicar los acuerdos del Consejo de Gobierno, el vicepresidente primero reclamó que en la política hidrológica nacional haya "coherencia" en todas las cuencas hidrográficas para que la estrategia y filosofía de esta política general del agua sea la oposición a los trasvases.
Preguntado por la posibilidad de que se pudiera contemplar un trasvase del río Segre al Llobregat, para garantizar el suministro de agua de consumo humano a la población de Barcelona, el portavoz autonómico recordó que la ministra en funciones Cristina Narbona ya ha expresado su rechazo.
Lamata recordó que el único trasvase "vivo" de importancia que existe en España es el que va del Tajo al Segura, y reiteró que el único horizonte cierto es la caducidad de dicha infraestructura.
Además, el portavoz del Ejecutivo matizó que, al margen de cualquier filosofía sobre política hidrológica, los pantanos de la cabecera del Tajo almacenan en la actualidad 270 hectómetros cúbicos y, por lo tanto, están "secos y vacíos".
En este sentido, Lamata insistió en que, cuando vuelva a haber agua y se recuperen los embalses de Entrepeñas y Buendía, Castilla-La Mancha necesitará esa agua para su desarrollo urbano, agrícola y económico "tal y como dice la Ley que da preferencia a la cuenca cedente".
"Lo que clama a la conciencia de cualquier persona sensata es que habiendo alternativas y pudiéndose estar ya desalando, como reclamamos desde hace 4 años, en estos momentos se estarían desalando en Levante 300 hectómetros cúbicos, más del doble de la media del trasvase", explicó Lamata.
El portavoz regional volvió a insistir en otras alternativas al margen del Tajo-Segura para las regiones que aún dependen de esta infraestructura hidrológica.
Finalmente, el vicepresidente primero reiteró su oposición a los trasvases del Tajo al Segura para regadío y a los trasvases para consumo humano "que no se controlen y se destinan a usos recreativos".
(SERVIMEDIA)
02 Abr 2008
L