Lamata se refirió al Pacto Nacional sobre el Agua planteado el pasado sábado por el presidente regional, José María Barreda, para decir que su "meollo se basa en agua para todos sí, agua para todo no".

En la rueda de prensa habitual de los miércoles para explicar los acuerdos del Consejo de Gobierno, Lamata admitió que el problema del agua "es muy complejo y por ello hay que intentar llevar la calma y el sosiego al debate".

Apuntó que en España hay agua bastante para beber, "agua para todos aunque haya que hacerla llegar", como ocurre en Castilla-La Mancha "donde llevamos treinta años enviando agua para beber a Alicante y Murcia, y nos parece bien mientras no tengan las desaladoras que tienen que hacer".

En este sentido, reiteró que "lo que les pedimos es que las hagan para que dejemos de tener que mandar ese agua y la podamos usar aquí. Para eso les hemos dado un tiempo razonable, hasta 2015. Es un tiempo muy prudente".

Lamata insistió en que "no vale" un desarrollo económico basado en el trasvase Tajo-Segura, "en un agua que está a cientos de kilómetros de distancia". Además, apuntó que la cabecera del Tajo "es un recurso muy esquilmado", ya que los pantanos de Entrepeñas y Buendía están al 14% de su capacidad.

"Lo que hace el Gobierno catalán, a diferencia del catalán y el murciano, es acelerar la construcción de la desaladora para poder tener el abastecimiento garantizado ante una nueva sequía. Y eso es lo que le pedimos a Camps y Valcárcel, que aceleren las desaladoras para poder tener esa alternativa sostenible y definitiva al abastecimiento de sus poblaciones", aseveró el portavoz regional.