Este programa, que beneficiará a unos 48.000 estudiantes del primer ciclo de Educación Secundaria Obligatoria, se basa en incorporar los principios del juego limpio a la programación general anual de los centros a modo de "área transversal" del currículo para una educación integral.

Las actuaciones que se llevarán a cabo se centran fundamentalmente en el trabajo de contenidos de actitudes y de comportamientos con el fin de fomentar en el deporte y en la actividad física valores como el altruismo, la nobleza y el respeto al adversario y conseguir que los alumnos asimilen las actitudes que establece el Decálogo del Juego Limpio.

La organización de la campaña corre a cargo de la Consejería de Educación y Ciencia y la Fundación Cultura y Deporte y cuenta con el patrocinio de Caja Castilla-La Mancha.