Bono contestóasí a la petición de dimisión formulada ayer por el PP, que le acusó de "un posible tráfico de influencias" tras hacer pública una carta que se remitió en 1987 desde la extinta Sociedad de Fomento Regional a José María Mohedano para cumplimentar la documentación necesaria para recibir subvenciones públicas.

El presidente castellano-manchego aseguró que "no puedo estar al tanto de todas las llamadas que haga el señor Mohedano" y añadió que "si en la Junta hubiera algún trato de favor no me hace falta qe me venga ningún fiscalizador de la derecha, porque puedo tener otros defectos, pero ése no".

"Si hay algún tipo de ilicitud que perseguir", continuó Bono, "y si el señor Mohedano ha hecho algún tipo de gestión que es ilícita, que le den, que le den en los tribunales quiero decir".

El "caso Mohedano" provocó el pasado mes de julio la dimisión de José María Mohedano como secretario del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados, tras conocerse su trabajo de asesor del empresaro Pinto Fontán.

Gabbiano, una las empresas de Pinto Fontán, se encargó en 1984 del proyecto de viabilidad de la empresa New Techno, ubicada en la localidad toledana de Illescas, para recibir subvenciones del Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Sociedad de Fomento Regional, que cristalizaron en la compra de acciones de la empresa por un importe de 60 millones de pesetas por parte de la Administración autonómica.

El presidente autonómico, que reconoció haber recibido muchas cartas donde e piden favores, "a las que no hago caso", criticó la actitud del PP de Castilla-La Mancha, a quien acusó "de estar creando confusión por su problema de las cuentas de su grupo parlamentario, que no justificó cerca de 200 millones de pesetas recibidos de fondos públicos".