Mohedano anunció en rueda de prensa en el Congreso su propósito de comunicar mañana al plenario del Grupo Socialista esta decisión, que reveló que ya transmitió personalmente ayer a Felipe Gonzáez y a Carlos Solchaga.

Explicó que no renunciará a su acta de diputado, aduciendo que "no hay ninguna razón para ello, porque esto es bastante distinto" al cargo de secretario general del grupo.

Aseguró estar convencido de que su actividad como asesor legal del grupo de empresas del que forma parte Gómez-Pinto fue "correcta" y dijo que las acusaciones que se han lanzado contra su persona son desmedidas y "sacadas de quicio".

Tras asegurar que toda su trayectoria política y personal ha sido honrada y modélica", explicó los motivos que le han llevado a decidir presentar su renuncia al cargo.

"Las personas que desempeñamos cargos públicos", dijo, "tenemos que tener siempre nuestro cargo a disposición del partido y de los ciudadanos. La reacción conviene que sea rápida, para que durante el tiempo que dura la polémica no se produzca ninguna lesión ni ningún daño al partido o al grupo".

"El tiempo, que espero que no sea mucho", prosiguió Mohedano, visiblemente emocionado, "hará que resplndezca la verdad, si todavía alguien tiene dudas, sobre las afirmaciones injustas que se han dicho sobre mi trayectoria".

El diputado socialista aseguró que cuando le comunicó a Felipe González y a Carlos Solchaga su decisión de renunciar al cargo, "ambos me expresaron su solidaridad, su amistad, y creo que su confianza, en la medida en que me dejaron absoluta libertad para tomar cualquier decisión".

Manifestó con énfasis que ni el presidente del Gobierno ni nadie del grupo socialista le han presonado para dejar el cargo, tal y como han informado distintos medios de comunicación.

LLAMADA DE MOLTO

Entrando de lleno en sus respuestas a las imputaciones que se han vertido contra él por su asesoramiento como abogado al constructor Gómez-Pinto, se preguntó "qué interés ha podido haber" al denunciar como algo irregular su relación profesional con este empresario.

En ningún momento quiso atribuir su situación a confrontaciones internas en el PSOE, pero sí reveló una circunstancia a través de a que dio a entender que esta hipótesis no está alejada de sus sospechas.

Desveló que el diputado y secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, el renovador Juan Pedro Hernández Moltó, le llamó el mismo día de su elección como secretario general del Grupo Socialista para decirle que la Ejecutiva Federal del PSOE había defendido a otra persona para ese cargo y no a él, tal y como habían publicado, erróneamente, los medios de comunicación.

Aseguró que intuyó la posibilidad de que existiera ua "candidatura alternativa", pero que tras hacer las pertinentes gestiones, comprobó que lo que le había dicho Moltó no era cierto y que su nombre era el defendido por la Ejecutiva. "Ya empecé en este cargo de manera accidentada y con mal pie", se lamentó Mohedano.

Indicó que se ha sentido en algunos momentos "en el centro de un huracán y de una pelea en la que yo no sabía lo que ocurría". A continuación, leyó parte de un artículo periodístico aparecido días atrás, con el que mostró su coincidencia, e el que se decía que Mohedano ha sido "el chivo expiatorio de una caza de brujas" dentro del PSOE.

El diputado socialista reiteró las explicaciones que ha dado en los últimos días a los medios de comunicación en favor de la legitimidad de su relación como abogado con el empresario Gómez-Pinto.

Sí puso esta vez especial empeño en recordar que el grupo de empresas del que tanto se habla estos días no sólo está regentado por Gómez-Pinto, sino que de él forman parte "otros empresarios". Pese a la insstencia de los medios informativos, rehusó dar los nombres de estas personas y eludió explicar por qué hacía referencia a ellas.

En relación con las críticas que ha recibido por el uso del vehículo "Jaguar" que el grupo de empresas de Gómez-Pinto puso a su disposición, calificó este episodio de "anecdótico" y dijo que sobre ello se ha hecho bastante demagogia.

Volvió a asegurar que ha utilizado "poco" ese coche y que no lo emplea desde que es secretario general del Grupo Socialista. Como prueba d la "saña" y la falta de cargos, que a su juicio, existe contra él, afirmó que determinados medios de comunicación no han tenido ningún reparo en hablar del "Jaguar" sin cerciorarse siquiera de su color, diciendo que era blanco en unos casos y rojo en otros, cuando en realidad es verde.

Subrayó que su caso no puede bautizarse bajo ningún pretexto como "caso Mohedano" porque no es ningún escándalo de tribunales, y dijo que este episodio del "Jaguar" no tiene nada que ver con supuestos como el de la rop adquirida por la ex directora de RTVE Pilar Miró. "En mi caso era un coche de un grupo de empresas privado".

Ante la insistencia de los numerosos periodistas congregados en la sala en sus preguntas sobre el lado "ético" del uso de ese coche, Mohedano admitió la posibilidad de haberse equivocado al aceptar su utilización.

"Es posible que sin haber nada ilícito en ello, por ser un coche de una empresa privada, haya podido cometer un error, porque haya personas que crean que es algo que no está bienvisto", subrayó.

Consideró descabellado que haya podido especularse con un supuesto tráfico de influencias en su mediación ante el alcalde de Valladolid, el socialista Tomás Rodríguez Bolaños, en relación con intereses inmobiliarios de Gómez-Pinto en esa ciudad. "Todo fue normal y con carácter público", comentó.

A la pregunta de si le hubiera gustado que el constructor Gómez-Pinto hubiera salido públicamente en defensa suya, contestó: "Un cliente no tiene que salir en defensa de su abogado, y adeás no necesito ayuda de nadie porque no estoy acusado. Esto no es una caza de brujas sin juez".