Garzón y Rubira rechazan en sus escritos los tres motivos alegados por Rafael Vera en su recusación. Frente al primero, la enemistad con Garzón, sostienen que no está acreditada de forma seria y documental.

Según el fiscal, la enemistad tiene que ser manifiesta por las dos parte, es decir, no es suficiente para admitir la recusación que Rafael Vera diga que es enemigo de Garzón, sino que tambié tiene que existir una animadversión clara del juez contra el ex secretario de Estado para la Seguridad.

Frente al segundo de los motivos aludidos por Vera, el interés directo de Garzón en la causa, ambos informes destacan que el magistrado sólo persigue esclarecer la verdad.

Respecto al último, la querella que Vera presentó ante el Tribunal Supremo contra el magistrado por supuestas coacciones y prevaricación, recuerdan que dicha querella aún no ha sido admitida a trámite, por lo que afirman queno puede considerarse que el juez esté denunciado.

La decisión final depende del juez García-Castellón. Si no acepta la recusación, el sumario sobre el secuestro de Segundo Marey volverá a manos de Garzón, mientras que si la considera viable el 'caso GAL' será para el propio García-Castellón.