El primer testigo en comparecer fue Manuel Escudero, considerado testaferro de la empresa Pryca, extremo que él negó. Su presencia tenía la finalidad de esclarecer la concesión por parte del Ayuntamiento de Albacete, de mayoría socialista, de una licencia a Pryca para la construcción de un centro comercal en la ciudad.

Las acusaciones sospechan que el consistorio albaceteño otorgó esa licencia a Pryca, a pesar de contar con informes en contra, porque esta empresa pagó más de 33 millones de pesetas a Filesa por tres informes. Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha anuló el acuerdo municipal por considerar que contravenía el plan urbanístico.

Escudero confirmó que fue él quien vendió los terrenos a Pryca en los que fue construído el centro comercial de unos 30.000 metrs cuadrados. Precisó que él había adquirido unos terrenos a un agricultor por un total de 1.200 millones, de los que vendió parte a la cadena de hipermercados por un total de 700 millones.

Señaló además que, antes de vender los terrenos a Pryca, él ya había conseguido del Ayuntamiento de Albacete la modificación del plan urbanístico lo que permitió construir en ese lugar.

Tras Escudero, prestó declaración Luis Sureda Carrión, presidente del consejo de administración de Pryca en la época en que furon comprados los terrenos en los que fue construído el centro comercial de Albacete.

Según las mismas fuentes, Sureda dijo desconocer cualquier extremo de esa compra de terrenos, dado que aunque era presidente del consejo de administración carecía de funciones ejecutivas.

Indicó que quien formalizó dicha adquisición fue el consejero delegado Jean Claude Fouchad, aunque señaló que actualmente se encuentra residiendo en Turquía.

Según el informe de los peritos de Hacienda, Pryca pagó a Filesa33.600.000 pesetas en seis facturas por tres informes sobre asesoramiento del mercado financiero, cuantía que consideran desproporcionada, ya que los estudios consistieron en "sacar 16 fotocopias" de periódicos y boletines oficiales.