En esta edición, la cuarta que se celebra, los niños recorrerán más de 3.000 kilómetros de norte a sur, en un viaje que durará nueve días, según informaron los organizadores.

Según Nacho Salvador, responsable del proyecto, con esta iniciativa los menores españoles "se dan cuenta de que hay muchos niños como ellos que no tienen absolutamente nada", que viven en un mundo "donde no hay ni consolas, ni tele, ni siquiera luz y agua en las casas".

Uno de los objetivos de esta aventura es impulsar el intercambio cultural, ya que los niños españoles entregan material escolar a los marroquíes y éstos les corresponden con sus dibujos.