Pese a esa mala percepción del máximo responsable del gobierno regional, un 57,2 por ciento afirma que su presidente autonómico tiene inteligencia, un 59,6 por ciento valora su experiencia, un 49,6 por ciento elogia su prudencia y un 48,4 su simpatía. En cambio, el 38 por icento de los encuestados pone en duda la eficacia de su presidente.

En términos generales, el 36,8 por ciento juzga como buena o muy buena su gestión al frente del Gobierno autonómico, frente a un 15,9 por ciento que la tilda de mala o muy mala.

La mitad de los españoles (50,6 por ciento) afirma que las oficinas y servicios públicos gestionados desde las comunidades funcionan igual que los gestionados por la Administración central. El 18 por ciento cree que funcionanmejor y el 8,1 por ciento, peor.

El 51,9 por ciento de los ciudadanos entiende que el gobierno de su comunidad ha demostrado capacidad pra defender los intereses de ese territorio, el 52 por ciento elogia su capacidad de diálogo y el 54,9 por ciento el conocimiento de los problemas de la comunidad.

En cambio, el 43,9 por ciento critica la falta de eficacia de la Adminitración regional y el 43,5 por ciento su incapacidad para comunidad con el ciudadano de la calle. En suma, el 32,5 por ciento condiera buena o muy buena la gestión del gobierno de su comunidad, frente a un 15,1 que la juzga mala o muy mala.

En cuanto a la capacidad de resolver problemas concretos, la administraciones regionales no salen bien paradas, especialmente en desempleo, gestión que desaprueba el 44,5 de los encuestados, y en vivienda que es negativa para el 44,8 por ciento.