Acción contra el Hambre informó hoy de que, debido a lo impredecible de la situación, la vulnerabilidad de los desplazados aumenta día tras día por la falta de agua potable y de higiene. El acceso a los alimentos depende de la asistencia exterior y el abastecimiento de agua y saneamiento en los centros de evacuación son limitados.

Además, también contribuye a esta situación la falta derefugio, ya que muchos desplazados tienen que construir sus viviendas fuera de los centros de evacuación y en los márgenes de los caminos y no pueden acceder o producir alimentos para consumo propio.

En el municipio de Datu Piang (área central de Mindanao), el equipo de evaluación de Acción contra el Hambre ha detectado una tasa de desnutrición aguda del 10% entre la población infantil menor de 5 años, una cifra alarmante al tener en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece el umbral de alerta nutricional en el 15%.

A esta alta tasa de desnutrición se añaden factores agravantes, como infecciones respiratorias y enfermedades diarreicas, que afectan ya al 35% de los niños examinados.

En el municipio de Mamasapano los desplazados dependen por completo de la ayuda alimentaria. El jefe de misión de Acción contra el Hambre en Filipinas, Eric Fort, aseguró que "muchos de ellos se han visto obligados a reducir de tres a dos el número de comidas diarias, compuestas fundamentalmente de arroz y sardinas".

El problema del agua y el saneamiento también empeora cuando la población se hacina. "Aunque disponen de agua en cantidad, su calidad es mala y no suelen hervirla. Además, en muchas ocasiones vemos a cerca de 600 personas compartiendo una sola letrina. Esto, sin duda, entraña un riesgo enorme de infecciones como el cólera o la diarrea", detalló Fort.

Entre los desplazados, Acción contra el Hambre ha constatado que la diarrea es la principal causa de muerte infantil y afecta al 50% de los niños.

Para hacer frente a esta situación, la organización ha puesto en marcha una intervención en emergencia para asistir a más de 23.000 personas distribuyendo comida, agua potable, kits de higiene, utensilios de cocina, carpas de plástico, mantas y mosquiteras.