El doctor Pedro Aranda Lara, vicepresidente de la citada sociedad, señaló que en las mujeres mayores de 45 años "hay determinados factors que incrementan la presión arterial, como la deficiencia de óxido nítrico, un aumento de la actividad del sistema nervioso simpático y la sensibilidad a la sal, todo ello asociado a un exceso de peso, un estado de resistencia a la insulina, así como alteraciones de metabolismo del calcio y del sistema de las angiotensinas".

Aunque la hipertensión arterial es una enfermedad muy frencuente tanto en hombre como en mujeres, la diferencia entre ambos se establece a partir de los 45 años, cuando la mujer nicia el climaterio. En este periodo, el número de mujeres hipertensas supera al de los hombres.

La obesidad, uno de los principales factores de riesgo junto con el tabaco, las dietas mal equilibradas, el consumo de alcohol y el estrés, predomina en mayor medida entre las mujeres que entre los hombres.

"Además", dijo Aranda, "la mujer menopáusica presenta con mayor frecuencia alteraciones relacionadas con la diabetes y el metabolismo hidrocarbonado, así como dislipemias y alteraciones relacionada con la coagulación que incrementan el riesgo de trombosis".

Según un estudio sociológico llevado a cabo recientemente por Tábulo V, que incluyó a 2.000 mujeres, refleja que es a los 45 años donde se sitúa el punto de arranque de la curva ascendente de la hipertensión en la mujer.

Este informe resalta la paradoja de que una proporción muy elevada de mujeres mayores de 45 años que practican hábitos nocivos suelen, sin embargo, considerar normales sus cifras de tensión, mientras que las mujeres queno fuman, no abusan de dulces ni embutidos, ni beben alcohol se confiesan más propensas a tener la tensión arterial elevada".