Según los expertos de todo el mundo reunidos en la ciudad toledana, las circunstancias especiales de los cascos históricos exigen una formación muy especializada de los cuerpos de intervención.

A este respecto, el congreso concluyó que los cuerpos de bomberos de las ciudades Patrimonio e la Humanidad deber ser dotados de medios de intervención rápida para facilitar su labor y evitar que produzcan daños adicionales.

Asimismo, en las conclusiones se destaca que la inversión en medidas de protección para las obras y bienes considerados Patrimonio de la Humanidad deben considerarse "rentable económicamente".

Los expertos en protección de ciudades reclaman a los responsables de las mismas que establezcan los medios necesarios para erradicar la actuación de grupos violentos, que provcan la degradación de los cascos históricos.

Para defender los zonas históricas de las ciudades, los expertos reunidos en Toledo proponen la creación de un Junta General de Protección contra el Fuego y Otros Riesgos del Patrimonio de la Humanidad.

Esta junta estaría formada por promotores y organizadores del citado congreso y todos aquellos que puedan colaborar para proteger el patrimonio mundial.