LA CASA REAL PIDE AL GOBIERNO CIVIL DE CACERES QUE ACLARE SI MATAN A UN BURRO EN LA FISTA DEL "PERO-PALO"
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La Casa Real española ha solicitado a la gobernadora civil de Cáceres, Alicia Izaguirre, que aclare si es cierto que en la fiesta carnavalera del "Pero-palo", que se celebra en la localidad cacereña de Villanueva de la Vera, matan al asno que participa en ella.
Esta solicitud se produce por las presiones de los ecologistas europeos, sobre todo ingleses e italianos, para que los habitantes de la Villanueva de la Vera no utilicen un burro en la poplar fiesta del "Pero-palo", que este año se celebra el próximo día 23.
Grupos ecologistas internacionales han enviado más de 10.000 cartas al ayuntamiento cacereño y a los vecinos de la localidad pidiendo que no se mate al burro, o que se utilice en la celebración un asno de cartón, que a tal efecto han enviado al pueblo.
La asociación británica "The donkey sanctuary" ("El santuario del burro") ha encabezado la oposición a la celebración del "Pero-palo" con un asno real.
La fiesta del "Pero-alo", declarada de interés turístico, data de los primeros tiempos de la Edad Media y representa un simulacro de ajusticiamiento de un bandolero.
En la mañana del martes de carnaval, se inicia la "corrida de las elecciones", donde uno de los "quintos" del pueblo monta sobre el asno llevando sobre la espalda un cartel con la sentencia que condena al "Pero-palo". En ese momento, los habitantes rodean al burro y propinan coscorrones con calabazas al jinete.
Sin embargo, las asociaciones animalistas antienen que el animal también recibe golpes, sufre y en algunas ocasiones cae al suelo.
El alcalde de esta localidad de 2.256 habitantes, Antonio Caperote, negó estas acusaciones y recordó que el asno que participa en la fiesta, cuyo nombre es Niebla, es el mismo desde hace cinco años, "lo cual demuestra que no matamos ni maltratamos al burro".
Antonio Caperote, aseguró que "la ancestral fiesta no se suprimirá, ni el burro dejará de participar en ella porque no sufre ningún daño, ya pueden envia las cartas y telegramas que deseen. Aquí no somos tan salvajes como para hacer daño a los animales".
Sin embargo, esta no es la única vez que los vecinos de la localidad cacereña han tenido problemas por la celebración de esta fiesta. Hacia 1600 o 1700 todo el pueblo tuvo que presentarse ante el Tribunal de la Inquisición porque existía el rumor incierto de que cada año mataban a un hombre.
(SERVIMEDIA)
20 Feb 1993
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