Así, en España, el 29,63% de los fondos se destinan a inversiones de carácter monetario, mientras que el 23,76% del capital lo copan los fondos garantizados y el 20,31% se dirige a renta fija, dejando el 13,35% de las inversiones a productos de tipo mixto, el 9,49% a renta variable, el 2,19% al sector inmobiliario y el 1,28% a fondos globales.

De esta forma, el mercado español presenta un comportamiento distinto al del resto de países del entorno comunitario, ya que en las carteras europeas la renta variable está ganando peso cada mes, con una cuota del 34,64% en el "mix" de producto al cierre del pasado junio y un flujo de 188.853 millones de euros.

El Reino Unido es el país que mejor representa esta evolución, lo que ha permitido a los británicos lograr una mejora del 18,7% en el patrimonio total de fondos, hasta situar el volumen en 495.945 millones de euros, frente a los 248.258 millones del mercado español, un 7,41% más.

Además, las cifras del Grupo Santander certifican un crecimiento del 11,75% en el patrimonio de los fondos de inversión en Europa en el primer semestre, para cerrar el pasado junio en los 4.239 millones de euros, lo que supone un incremento interanual del 15,9%.