En declaraciones a la cadena Cope, Garaikoetxea señaló que "si este fuera e exponente de lo que está circulando por la mente de los dirigentes de esta organización y de sus brazos políticos habría que perder la esperanza, pero si tenemos que adentrarnos en un análisis frío del problema estaríamos hiriendo la sensibilidad de las gentes más próximas a quienes han sufrido las acciones de barbarie de esa gente".

A su juicio, por respeto a las víctimas "no podemos hacer especulaciones sobre un futuro en el que quepa siquiera imaginar un final dialogado, incluso, en el momento en ue se abandonen las armas, incluso en los términos más ortodoxos en que se pronuncia el Pacto de Ajuria Enea o el Ministerio de Interior".

El presidente de EA subrayó que "hay dos planos a la hora de abordar estos problemas", por un lado, "la consideración general de un fenómeno histórico que dura treinta años, de un problema de la sociedad en su globalidad que hay que tratar de resolver para ahorrar sufrimientos a la sociedad", y por otro "el respeto y la consideración individual, personal y humana qe sugieren estas expresiones bárbaras de elementos concretos".

"Hay que sacar de este impacto personal el análisis del problema", añadió. "Yo creo que la Mesa de Ajuria Enea lo ha hecho, y creo que no hay que dar bandazos en el enfoque de los problemas al socaire del impacto que produce una expresión bárbara de una persona concreta en un momento concreto".

Por otra parte, en referencia al plan del lehendakari José Antonio Ardanza, apuntó que "debería servir para algo. Ardanza ha hecho un esfuerzode sistematización de lo que en la Mesa de Ajuria Enea se ha ido vertiendo en estos últimos meses".

En su opinión, el plan refleja lo que "tantas veces se ha firmado por decir que no hay un contencioso político entre el pueblo vasco y el Estado, que este es un problema de diferentes puntos de vista y confrontaciones entre los vascos, lo que se viene a decir es que se deje a los negociadores representativos del pueblo vasco que hagan un intento de llegar aun acuerdo, de ampliar el consenso político exitente y encontrar un camino de paz y reconciliación".

"Si se es consecuente", concluyó, "habría que encontrar ese camino. Lo que pasa es que los representantes de las fuerzas estatales y el propio Gobierno del Estado tiene una enorme desconfianza y una gran preocupación de declinar esa solución, ese proceso de diálogo en lo representantes del pueblo vasco".