MEMORIA HISTÓRICA

CARRILLO DISCREPA DEL PSOE Y PIDE LA ANULACIÓN DE SENTENCIAS DE JUICIOS SUMARÍSIMOS

- Insiste en que tiene "la conciencia tranquila" en relación a los sucesos de Paracuellos del Jarama

MADRID
SERVIMEDIA

El ex secretario del PCE y cofundador del eurocomunismo, Santiago Carrillo, discrepó hoy del Gobierno y del PSOE al defender que la Ley de Memoria Histórica contemple la anulación de las sentencias dictadas en juicios sumarísimos durante la Guerra Civil, una reclamación defendida por las víctimas de la represion franquista y que el Ejecutivo no incluye en su proyecto de ley porque generaría problemas jurídicos.

Carrillo, que presentó hoy una revisión de sus Memorias, explicó que la recuperación de la historia no debe ser una "exigencia de responsabilidades por el pasado", sino una necesaria explicación de lo "que pasó en España durante 40 años".

Una norma de esta naturaleza debería contemplar, bajo su punto de vista, la posibilidad de localizar fosas comunes del franquismo para identificar y enterrar a las víctimas y, en especial, la anulación de las sentencias dictadas en juicios sumarísimos.

Durante la presentación del libro, Carrillo hizo un recorrido por la historia reciente de España, de la que ha sido testigo privilegiado. Explicó que la transición española se ha hecho como en ningún otro país de Europa, donde los fascistas fueron juzgados y condenados. "En España no pasó nada parecido".

Después de que las potencias internacionales "nos fatidiaran" durante la guerra con su "no intervención" y de que "al terminar nos siguieran fastidiando con la Guerra Fría", se hizo una "transición extraordinaria y extraña", que obligó a la izquierda a "llegar a un acuerdo con un sector del franquismo".

Ese acuerdo fue posible porque 40 años de franquismo "habían destruido a dos generaciones de demócratas y republicanos". Además, la transición fue posible porque la burguesía se convenció de que sólo entrando en Europa podría seguir desarrollándose y eso no podría ocurrir desde un sistema dictatorial.

Si bien la derecha pactó desde "el pragmatismo" y "nunca renegó del franquismo", ese acuerdo permitió el desarrollo democrático de la sociedad, aun cuando algunas instituciones como la Iglesia católica conservan "vestigios del pasado" y, "abandonando el paréntesis del mandato del cardenal Tarancón, conservan la mentalidad de los tiempos del nacional catolicismo".

Carrillo insistió en que la derecha que ahora está en la oposición democrática "todavía no ha roto con el pasado franquista clara y definitivamente" e instó a los conservadores a convertirse en una opción política de "estilo europeo".

El ex dirigente comunista hizo una defensa de sus convicciones y dijo que, cuando mira hacia dentro, ve a "aquel muchacho que pensaba que había que cambiar el mundo" y que con estas memorias quiere demostrar que "incluso cuando he cambiado de posición lo he hecho para seguir siendo el que era". Después de ser secretario general del PCE y cofundador del eurocomunismo, Carrillo estuvo afiliado al PSOE.

Hizo además una encendida defensa de lo que ha significado el comunismo en la historia. Recordó que fueron los comunistas los que derrotaron al fascismo en Europa y que constituyeron el grueso de la resistencia antifranquista en España. Atribuyó a los comunistas el mérito de que exista el Estado del bienestar, dado que la burguesía accedió a hacer concesiones a la clase obrera por miedo a una revolución. Por todo ello, concluyó queel comunismo ha sido "un factor positivo en la historia de Europa".

En la rueda de prensa se preguntó a Carrillo por los asesinatos de Paracuellos de Jarama, donde murieron decenas de militares rebeldes que estaban siendo trasladados a cárceles de Levante para evitar que fueran liberados en un Madrid sitiado.

Carrillo insistió en que nunca dió ninguna orden para que fueran ejecutados, y retó a que se le mostrara algún documento o algún testimonio directo de tal acusación.

Reconoció que su única culpa, como uno de los responsables de la Junta de Defensa de Madrid, fue no disponer más que de milicianos mal entrenados y armados para proteger la columna, que no pudieron proteger de un ataque en Paracuellos.

"Lamento lo que pasó", dijo ante los asistentes a la presentación del libro, "pero tengo la conciencia muy tranquila porque yo no di ninguna orden y nadie ha podido encontrar ningún testigo de que eso sea cierto".

(SERVIMEDIA)
30 Nov 2006
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