Carrillo calificó, en declaraciones a la Cope, de "lamentable, triste y vergonzosa" la intentona golpista del 23 de febrero de 1981, aunque "España l ha podido superar", y añadió que "el recuerdo que tengo es de unos momentos críticos en los que no sabía si estaba en Europa o en el sur del Sáhara, momentos en que parecía que todo lo que se había avanzado íbamos a retrocederlo de nuevo".

"Creo que quedan muchas claves por conocer de aquello. Por ejemplo, la trama civil nunca llegó a conocerse a fondo, y probablemente otras ramificaciones tampoco. Me parece que por razones explicables no hubo interés en convertir aquello en un proceso todavía más furte, más impactante de lo que fue", afirmó.

SOLBES

Respecto a las polémicas declaraciones del ministro de Economía, Pedro Solbes, sobre las pensiones, Carrillo manifestó que éste "está procediendo dentro del Gobierno como un representante de la gran finanza".

"Con este planteamiento lo que busca es acentuar el ahorro para que las grandes empresas financieras puedan manejar capitales mayores. Forma parte de la política que consiste en facilitar al capital una acumulación mayor en estas circunstacias", señaló Carrillo.

"No creo que el anuncio de Solbes responda a la realidad", agregó el ex secretario general del PCE, "porque dentro de 30 años, a no ser que se produzca un retroceso muy grave, la riqueza será mucho mayor que hoy, y si hay 2 personas jóvenes que trabajan por cada uno de los jubilados, habrá 2 ó 3 robots que lo hagan". A su juicio, se trata de "una maniobra financiera y un acto de irresponsabilidad total".

En opinión de Carrillo, "la desautorización de Felipe González no es al desautorización, sino una simple matización para corregir los efectos antielectoralistas que pueda tener la declaración de Solbes. Lo que sucede es que en este Gobierno, el peor que hemos tenido desde 1982, cada uno va por su lado, y ya no da la impresión de ser un Gobierno responsable y serio".