Según la publicación digital francesa "Novethic", el nuevo plan de responsabilidad de Carrefour consiste en importar este pescado de Islandia, ya que allí las reservas son estrictamente controladas y los pescadores no reciben subvenciones pero pagan impuestos para poder pescar un cupo de especies en extinción.

La compañía considera que el bacalao o el gallo son algunas de las especies más vendidas por sus almacenes. Por ello, sería más adecuado traerlos de un lugar que siga métodos de pesca tradicionales.

En Islandia, los peces que corren el riesgo de desaparecer son pescados con caña y con medios más tradicionales. De hecho los procedimientos que siguen son el de los pequeños barcos de pesca en verano y el de los agujeros en el hielo en invierno. Con estos métodos, consiguen no dañar el fondo marino y clasificar mejor los peces protegiendo a los más jóvenes.

Durante la presentación de estos nuevos productos congelados, Bernard Cressens, miembro de WWF, ONG asociada a Carrefour, explicó que han apoyado esta operación porque colaborar con las actividades informativas hacia los consumidores sobre las especies en extinción, y porque "no se trata de productos de alta gama, inaccesibles a la mayoría".

De momento, todos estos productos sólo van a distribuirse en los centros franceses, aunque en cantidades significativas que alcanzan las 500 toneladas.