En una entrevist que hoy publica el diario "El País", Carod argumenta que el de director general "es un cargo de confianza del consejero, y quien mejor que el hermano del consejero" para ocuparlo, sobre todo si existe una buena relación entre ambos.

Además, el "conseller en cap" señala que Apeles no sólo es de su confianza personal, sino también de su "confianza política", puesto que "en pleno franquismo, entremos a militar en la misma organización política y los dos, en pleno franquismo, fuimos encarcerlados".

or otra parte, el "número dos" de la Generalitat celebra las propuestas descentralizadoras planteadas por el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y las contrapuso a las de José María Aznar, de quien dijo que "lo que no atribuye a Ibarretxe o a Bin Laden nos lo carga a nosotros".

Asimismo, sobre las propuestas socialistas, Carod apunta que celebra que haya en España alguien con planteamientos "más presentables" que los que hace el PP en el terreno del autogobierno, "aunque estas popuestas se encuentren todavía muy lejos de lo que nosotros juzgamos adecuado".

Respecto a la relación que mantendrá la Generalitat con el Gobierno central, Carod manifiesta que desde las instituciones catalanas no habrá una "política de puertas cerradas", ya que siempre debe existir "la obligación de negociar con el Gobierno español, sea del color que sea".

En cuanto al traspaso de poderes en el Ejecutivo autonómico y el abandono del poder por parte de CiU, el "conseller en cap" destaca la actuaión "implecable" de algunos funcionarios frente a actitudes como la del candidato convergente, Artur Mas, que no acudió a presenciar la llegada de los nuevos responsables de las consejerías.