En su intervención ante la Comisión Constitucional que debate esta mañana las enmiendas y votos particulares al título preliminar de la propuesta acordada en ponencia por PSOE, CiU e ICV, Carod, que intervino justo después del presidente del PP, Mariano Rajoy, subrayó que "los tiempos pasan, pero para ciertas mentalidades inmovilistas hay cosas que perduran".

Agregó que, para "un independentista como yo, al oir discursos modernos dan ganas de votar sí al Estatuto", y subrayó que este tipo de intervenciones demuestran que "España tiene un problema no con Cataluña, sino consigo misma, y cuanto más tarde se haga, más va a costar resolverlo, porque mayor se hará el problema".

El líder de ERC puso en duda si en el Estado español "cabemos todos o si sólo nos quieren en él para contribuir a sus Presupuestos Generales", y se preguntó, en esta situación, "si nos interesa España, qué nos aporta España", ya que "leer ciertos discursos y constatar que las cosas han evolucionado tan poco es decepcionante".

Carod-Rovira recalcó que, "si el Estado no nos quiere como somos, no nos incorpora, no nos incluye, es que quizá no nos quiere en él, nos separa de él, nos excluye de él", y alertó de que este Estatuto, tal y como está redactado actualmente, puede suponer "una nueva oportunidad perdida".

Se refirió extensamente a la eliminación de la definición de nación en el artículo 1 de la propuesta aprobada por la Cámara Catalana, y el mantenimiento del concepto "nacionalidad", como en el Estatuto vigente, un término, dijo, que "ha perdido su valor original, hasta llegar a desaparecer del espacio público".

NACIÓN PARA LAS ESENCIAS

"Una nación no es un espacio para las esencias, como quieren algunos, un grupo de emociones", dijo en referencia al acuerdo entre socialistas, CiU e ICV para que el preámbulo haga referencia a que el Parlamento catalán aprobó que Cataluña es una nación de acuerdo con la voluntad y el sentir mayoritario de la sociedad.

Quiso dejar claro que "una nación es nación porque quiere serlo", y no está hecha "contra ninguna otra nación, ni para negar otra nación; precisamente la negación viene de otra parte, de quien negando nuestra existencia pretende afirmar la suya".

Esta negación, prosiguió, ha sido "aderezada con amenazas, catastrofismos y prejuicios", pero aclaró que no por ello deja de existir. "El Estatuto trataba acercar la legalidad a la realidad. Se equivoca quien piensa que la legalidad es la vida", dijo.

"Éramos nación antes de Franco, con Franco y lo somos después de éste, lo digan o no lo digan las leyes", subrayó Carod, quien reiteró que, como cualquier otra nación, Cataluña "no está dispuesta al propio sacrificio".

Esta definición, agregó, "se conecta con una realidad nacional ya existente en Cataluña legalmente hoy, porque nadie va a negar el carácter legal de las leyes aprobadas por el Parlamento de Cataluña", y puso como ejemplo la existencia de un archivo nacional, una orquesta nacional, una fiesta nacional y un Consejo Nacional.