"Las dos cosas ahora no pueden ser", afirmó el líder independentista en TV3, antes de apostar por reforzar la imagen de partido serio y responsable "con un cambio de formas".

Carod hizo una llamada al fortalecimiento de Esquerra con una "visión unitaria para garantizar el futuro de un proyecto de éxito" que permita construir una mayoría social que respalde la independencia de Cataluña y que sólo "llegará cuando la sociedad lo decida libremente".

En relación con su pugna con el secretario general, Joan Puigcercós, el presidente de Esquerra aseguró que sus "diferencias estratégicas" son "escasas" y que por tanto reducir la crisis a un enfrentamiento entre ambos es "una simplificación".

Insistió, además, en que en el partido "no sobra nadie" y que tanto Joan Carretero como Uriel Bertran, cabezas visibles de los dos sectores críticos con la actual dirección, "han tenido su papel".

Finalmente, aseguró que su objetivo es hacer de Esquerra un "instrumento para el país" y una organización "cada vez más abierta, con capacidad de incorporar nueva gente, como la que entró en 2004, y mantener un horizonte de complicidades con la mayoría de la sociedad catalana".