En declaraciones hechas en Barcelona, Carod dijo, sin embargo, que su formación política no ha mantenido contacto alguno con la dirección del PSOE, a excepción de la reunión del pasado domingo con el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Francisco Caamaño.

Ese encuentro, explicó, fue útil porque permitió a las dos partes conocer con exactitud la posición del otro, lo que es importante si se tiene en cuenta que la decisión final sobre el Estatuto "no será de los catalanes, sino de Madrid".

Carod dijo que el nuevo Estatuto no le entusiasma porque su deseo sería promulgar una Constitución propia, pero advirtió a los ciudadanos de que la capacidad de influencia de ERC se limita a la que puedan hacer los 23 diputados que tienen en un Parlamento catalán con 135 miembros.

Pese a ello, anunció que Esquerra tiene un "plan B" por si el texto de la reforma estatutaria no resultara aprobado, aunque dijo estar confiado en que eso no ocurra porque sería "muy grave".