Carod hizo esta reflexión en el Fórum Europa, organizado por Nueva Economía Fórum, donde explicó que hace sólo unos meses ERC no se planteaba otra posibilidad que reeditar el pacto de izquierda para gobernar Cataluña, mientras que ahora "no descartamos nada".

Según su análisis, los pactos tras las elecciones girarán en torno a las tres formaciones que ocupan el "centro" del espectro político en Cataluña, PSC, CiU y ERC, mientras que los "ex comunistas" de ICV-Verds y el PP podrían quedar al margen de los acuerdos al estar situados en "los extremos".

Así las cosas, el líder de ERC contempla cualquier tipo de pacto, e incluso, un gobierno de "concentración nacional" de los tres partidos mayoritarios que sólo se podría poner en práctica bajo circunstancias muy concretas que no detalló, pero que estarían vinculadas a la necesidad de desarrollar la normativa que permita desarrollar en toda su extensión las posibilidades del Estatuto reformado.

Más excéptico se mostró en cuanto a la posibilidad de que PSC y CiU pudieran llegar a un acuerdo de gobierno. "Más allá del disgusto que darían a sus bases y del colapso respiratorio que les daría a sus máximos dirigentes", cree que estos dos partidos "no van a cometer el error de no controlarlo todo", es decir de responsabilizarse de las líneas maestras del Gobierno y de la oposición.

"No creo", dijo, "que nos regalen a ERC la posibilidad de ser el primer partido de la oposición". Si así fuera, Carod cree que el partido más perjudiciado por esa estrategia política sería el PSC.

El dirigente independentista recordó también que ERC se ha comportado con "lealtad y honestidad" con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero advirtió que en caso de que el pacto con los socialistas se reeditase tras las elecciones del 1 de noviembre no "condicionará" la actitud de Esquerra en las Cortes Generales. "Hemos aprendido la lección y a partir de ahora vamos a actuar más en función de nuestros intereses".

Carod se mostró convencido de que el proyecto federal de España no se llevará a cabo porque el PSOE no es federalista y aunque reconoció que Zapatero "no es un nacionalista español" sí dijo que su idea de España es discrepante.

Estas diferencias tienen su expresión más evidente en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2006, que ERC podría no apoyar, aunque Carod dijo que esa decisión aún no está tomada.