Tras las medidas restrictivas aprobdas con motivo de la enfermedad de las "vacas locas", el Gobierno volverá a permitir la comercialización de la carne de lidia siempre y cuando el animal, tras su muerte en la plaza, sea trasladado a un matadero o sala de despiece, donde se sometería a todos los controles y precauciones que el resto de los bovinos en relación con la encefalopatía espongiforme bovina (EEB).

En el plazo de una hora desde el descabello, el toro deberá ser transportado a uno de los 4.500 mataderos o salas de tratamiento qu hay en España, donde será sometido a la prueba de detección de la EEB y, si ésta es negativa, integrado en la cadena de producción de la industria cárnica como cualquier ternero o vaca.

De esta manera, la carne de toro de lidia pasará a las carnicerías para su venta en fresco, en congelado o como parte de productos elaborados, como los embutidos.

"Consideramos que es mucho más inteligente para la calidad de las carnes que salgan a cualquiera de los mataderos o sala de tratamiento de carnes homolgados, antes que tratar de hacer unas inversiones costosísimas en desolladeros, cuando encima no se iban a utilizar más que unas pocas veces al año", afirmó a Servimedia Jaime Sebastián de Erice, portavoz del sector taurino.

Criadores y profesionales del mundo del toro se han convencido, según Sebastián de Erice, de "que es mucho más sensato que lleguen a matadero cuanto antes, que desde allí entren en la cadena de frío y que no se interrumpa mientras se realizan los tests priónicos".

El sector cnfía en que el Gobierno, al que ya ha presentado sus sugerencias sobre el proyecto de real decreto, apruebe definitivamente la comercialización de la carne de toro en las próximas semanas, antes de que comience la temporada de festejos de 2002.