"Cruz Roja", asegura, "es algo demasiado importante como para que se arroje sobre ella duda alguna, para que continúe sindo causa y motivo de articulistas y tertulianos que manejan con impropia rotundidad -y ausentes de malicia en la mayoría de los casos- mansajes cargados de sinrazón, sin darse cuenta del daño que con ello causan".

La presidenta se queja de la poca credibilidad que han tenido los informes, documentos y datos aportados por la institución, que desmentían "con rotundidad" las acusaciones de que han sido objeto.

En opinión de Carmen Mestre, la sombra de estas acusaciones sigue planeando sobre la orgaización, porque "cuando alguien lanza un infundio y una calumnia, su sombra seguirá planeando, con independencia de que se pruebe la inocencia y la corrección de las acciones".

Por último, la responsable de la institución benéfica pide que el trabajo de Cruz Roja quede libre de dudas, porque "los cientos de miles de personas que colaboran en sus fines y los cientos de miles de personas que reciben su ayuda lo necesitan".