La baronesa trató de quitarle importancia al hecho y justificó su decisión con tres razones: "La primera, soy española, y como tal uiero que mi país disfrute de la colección. La segunda es muy sencilla: no se come dos veces, y una vez satisfechos todos los caprichos, el dinero deja de ser importante".

Tita tuvo una última y poderosa razón: "creo que esto es algo que le debo a mi marido, que se ha comportado conmigo como un caballero y no me ha defraudado nunca. A él le importa mucho esta colección y no quiere que se disperse".

Actualmente, la fortuna del barón, sin contar con la colección pictórica, se estima que ronda los 10.000 millones de pesetas. Aunque no se ha precisado la cantidad a la que renunciará Tita Cervera, parece claro que con esa decisión, perderá miles de millones de pesetas.

Durante varios años, se han realizado continuas negociaciones entre los numerosos herederos de la fortuna del barón Thyssen para decidir el destino final de la colección, sin que se llegara a ningún principio de acuerdo.

Sin embargo, el enlace matrimonial de Francesca Thyssen, única hija del barón, con Carlos de Habsburgo favorció los acuerdos entre los herederos para que, en aproximadamente un mes, se ratifique oficialmente la permanencia de los cuadros en España.

La altruista iniciativa de Tita Cervera de ceder una parte de la herencia que le corresponde legalmente para que los cuadros pasen a ser propiedad del Estado español, ha sido decisiva para alcanzar un acuerdo entre los herederos.

La cifra que se especula pagará el Gobierno español a la Fundación Thyssen por la colección asciende a 40.000 millones de pesetas,cifra muy por debajo de su valor real.

Los 800 cuadros que se exhiben en la actualidad en el palacio de Villahermosa han sido valorados a la baja por expertos españoles en más de 300.000 millones de pesetas.