Con esas afirmaciones, que forman parte de una entrevista que hoy publica el diario "El Mundo" de Madrid, Carmen Cervera trata de demostrar tajantemente su determinación a que los cuadros permanezcan en su actual emplazamiento del Palacio de Villahermosa, en la capiatal de España. "Los cuadros se quedan aquí por mi tozudez", remacha.

Ya el barón Heinrich von Thyssen-Bornemisza cnfirmó el viernes pasado, en su visita al museo de Pedralbes, en Barcelona, que la venta definitiva de la colección estaba prácticamente ultimada, tal como había insinuado recientemente el ministro de Cultura, Jordi Solé Tura.

Según el barón, la operación económica se cerrará en un plazo de tiempo no superior a dos meses, ya que hace falta poner en claro muchos aspectos legales antes del traspaso definitivo de los fondos a la propiedad pública.

Por su parte, la baronesa señala en la mencionada enrevista que el que la colección continúe en España dentro de diez años, cuando haya vencido el contrato firmado hace un año por el barón y el Estado español, no depende de las autoridades, sino de los familiares que hay que convencer.

"Están medio convencidos, pero para todo ello habrá que solucionar la herencia de mi marido en vida", explica Carmen Cervera, quien comenta a continuación que "él está deseando dejar la colección en España y yo haré todo lo que esté en mi mano".

Los integrantes del rust Thyssen son en su mayoría los herederos del barón, sus ex mujeres y los hijos tenidos con ellas, con todos los cuales han hablado ya los responsables del Ministerio de Cultura, para poder materializar la compra del conjunto artístico.

Con respecto al conjunto museístico que los expertos han denominado el "kilómetro de oro del arte europeo", la baronesa dice que "el triángulo Prado-Reina Sofía-Thyssen es maravilloso. No hay otro lugar en el mundo con tres museos como éstos. Hay que conservar este spacio y que seamos todos amigos".