"Muchas españolas cobran todavía un 20% menos que los hombres en los mismos puestos de trabajo, y siguen teniendo más contratos a tiempo parcial, por no hablar del paro. A esto hay que añadir la dificultad de conciliar la vida familiar con la profesional, lo que supone una sobrecarga de esfuerzo por parte de las mujeres", declaró Alborch a "Quince Días", revista de información social de Obra Social de Caja Madrid.

La ex ministra comentó que las mujeres que se dedican a la política son sometidas a un análisis mucho más exhaustivo de su carácter, vestimenta o físico que los hombres. "Deben demostrar constantemente que valen, se las mira de una manera más frívola, cosa que no ocurre con los hombres", afirmó.

La escritora, que reivindica la soledad como una de las posibles opciones de vida, considera que poco a poco se están rompiendo en este ámbito algunos antiguos moldes que pervivían en España.

"Creo que con amor se vive mejor, pero no tiene por qué existir necesariamente un matrimonio ni una convivencia con un hombre", opinó. "La soledad tiene mucho que ver con la autonomía y con la idea de que una mujer puede ser completa aunque no tenga a nadie al lado. Esta opción es digna de todo respeto, igual que las mujeres que tienen marido o que viven en pareja".

De su época de ministra, declaró que guarda un especial recuerdo y se siente feliz de haber tenido la oportunidad de trabajar en política. Igualmente, dijo alegrarse de que en la actualidad exista un Gobierno paritario, lo que, a su juicio, lleva a España a la modernidad.

"La presencia de las mujeres donde antes no había va provocando modificaciones en los comportamientos, el lenguaje, las leyes y un poco en todo. Pienso que la mirada de las mujeres sobre el mundo permite una política más completa, una democracia más plena. Todavía queda mucho por hacer, pero empieza a existir igualdad", manifestó.