El responable del instituto destacó que a la asociación entre una mayor tasa de mortalidad y una carencia de folatos, vitaminas B6 y B12 y antioxidantes se une la mayor ingesta de grasas. "Lógicamente, si en una dieta se consume algo menos de verduras y legumbres, se toman más grasas, lo que se suma como factor de riesgo cardiovascular".

El doctor Gutiérrez comentó que un estudio que presentará la doctora María José Medrano, del Centro Nacional de Epidemiología, durante el VI Simposio Internacional sobre Alimetación, Lípidos y Aterosclerosis, que se celebra esta semana en Madrid, apunta esa relación y la distinta situación entre comunidades.

Las tasas de mortalidad cardiovácular en zonas del Levante, Canarias o Andalucía doblan las registradas en Castilla y León, que son las más bajas de todo el Estado.

A juicio de José Antonio Gutiérrez la incorporación de la mujer al trabajo es un factor fundamental en el abandono de la dieta mediterránea en el país, "a lo que se une la influencia del turismo en laszonas costeras".

La tasa actual de mortalidad por las enfermedades cardiovasculares en España es para los varones del 34,8% y en las mujeres del 43,7%, según los últimos datos de que dispone el Carlos III.

El responsable del instituto señaló que en los útlimos años están aumentando las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares en todo el territorio, aunque tiende a disminuir la tasa de mortalidad por esta causa "fundamentalmente porque se está tratando mejor a estas personas en los hospitles".