CARLOS G. REIGOSA: "EL SENSACONALISMO NO TIENE CURA A CORTO PLAZO"
- El ex director de Información de Efe propugna un debate sobre el mal uso de la libertad de expresión
- Sostiene que la "telebasura" casa mal con los medios públicos
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Carlos González Reigosa, ex director de Información de la Agencia Efe, considera, en una entrevista a Servimedia, que el sensacionalismo es una deriva que ha tomado el periodismo, "que no tiene cura a corto plazo" porque la frontera entre el derecho a a intimidad y el derecho a la información se va inclinando cada vez más de lado de este último.
El sensacionalismo, junto con otros males que, a juicio de Reigosa, aquejan al periodismo español, es analizado en el libro "El periodista en su circunstancia", publicado recientemente por el escritor gallego.
Reigosa explica en la obra que el sensacionalismo es "la posición equívoca de algunos medios de comunicación que, sin abandonar sus planteamientos de calidad, se mueven con gran habilidad entre ls viejas técnicas de la prensa amarilla y las novedosas del 'reality show' televisivo".
"Constituyen", prosigue el periodista, "un 'totum revolutum' que, en su propio avance en forma de alud, van arrollando principios informativos básicos que están recogidos en todos los Manuales de Estilo, pero que, de súbito, parecieran haber perdido vigor y vigencia".
En la entrevista, el autor plantea la necesidad de mantener un debate permanente sobre el uso de la libertad de expresión por parte de los perioistas, para poner de manifiesto los daños que puede provocar al ciudadano en el ejercicio de otras libertades.
EXCESOS
"Tenemos que ser capaces de denunciar nuestros excesos porque es la únia forma de honrar esa libertad de expresión. Frente a esos excesos, la sociedad reacciona buscando la manera de poner límites que se pagan con parcelas de libertad", afirma Reigosa.
El actual director de Publicaciones, Análisis y Estilo de la Agencia Efe está preocupado también por el auge de la "telebasura" fenómeno que, a su modo de ver, casa mal con las televisiones públicas, que deben guiarse principalmente por criterios de calidad y de servicio a los ciuddanos.
Respecto a la creación de figuras como la del Defensor del Telespectador, se muestra escéptico y recuerda que ya se han instaurado cargos similares en algunos periódicos, sin que por ello haya cambiado la naturaleza del periodismo.
"La aparición de estas figuras", precisa, "constituye un gesto favorable y tiene relieve en la medida en qu generan una reflexión. Ahora bien, habría que preguntarse qué carácter ejecutivo pueden tener estos defensores dentro de las empresas informativas porque, al fin y al cabo, el Defensor del Lector o del Telespectador cobra de la misma empresa".
Las "patrullas de predicadores" y los "calumnistas" -como así los define Reigosa- suponen otro de los males del periodismo español, al tratarse en general de personas no siempre bien informadas, que tienen que opinar de todo, de una forma "ácida" y recurriendo eiteradas veces a la descalificación.
"El tertuliano", explica Reigosa, "se inspira en su propia reflexión sobre los hechos de la realidad y, a partir de ahí, construye una argumentación, que puede ser brillante, pero no por ello menos falaz".
El autor confiesa que el propósito de su libro, "El periodista en su circunstancia", ha sido intentar rescatar el sentido del oficio del periodista, que debe seguir siendo fiel a su misión global: llevar al lector la realidad, presentada de un determinado mdo, con un orden de preferencias, y con vocación de intermediación social.
ERA DE LA INFORMACION
A su juicio, la actual es la era de la informacion, y en las nuevas sociedades, con las incesantes aportaciones tecnológicas, uno de los ejes básicos es la información.
Sin embargo, Reigosa defiende la tesis de que en esta situación los periodistas corren el riesgo de quedarse en un gueto y al margen de los canales por los que fluye la información, como el caso de Internet, donde la mayoría de los mnsajes no son redactados por los profesionales del periodismo, sino por informáticos.
En ese nuevo panorama informativo, el autor cita también la existencia de nuerosos gabinetes de prensa que, de manera legítima, tratan de mejorar su imagen y defender sus intereses, aunque provocan con su actividad una "contaminación" informativa que no puede afectar al trabajo de los periodistas.
Finalmente, Reigosa destaca en la entrevista la importancia de cuidar el lenguaje como herramienta básica de los perodistas, y subraya que la prisa y la inmediatez del quehacer informativo no justifican el desconocimiento del idioma ni una redacción poco ambiciosa o vulgar.
"En esta parcela", concluye, "ha habido un proceso de exigencia en el que se ha cedido un terreno que habría que recuperar por el bien del periodismo y por el respeto al lector".
(SERVIMEDIA)
15 Dic 1997
M