En el discurso del acto de entrega titulado "Barroquismo en la colonización del Nuevo Mundo" expuso las contradicciones que se originaron durante y después del descubrimiento de América.

Fuentes criticó la actuación de los descubridores al tomar contacto con las tribus nativas del Nuevo Continente, afirmando que fue "la brutaidad de la conquista la que originó las revueltas de los indígenas, criollos y mestizos americanos".

Muestra de esta brutalidad es la reducción de indígenas en México, donde se pasó de veinticinco millones en 1519 a sólo dos en el siglo XVII, según datos aportados por el escritor.

A pesar de esta crítica, Carlos Fuentes elogió la política integradora de los colonizadores: "los españoles no se comportaron como exterminadores al igual que hicieron en otros países los ingleses, franceses o alemanes,sino que integraron a los habitantes de las tierras que conquistaban".

Fuentes describió a la sociedad española como "inclusora, no exclusora, lo que motivó la entrada en contacto, tanto espiritual como carnal de los colonizadores con las sociedades conquistadas".

El galardonado dijo que "no se puede entender el presente vivo con un pasado muerto" por lo que la revisión histórica del V Centenario debe realizarse con "mentalidad barroca, propia de los años en que se produjo el Descubrimiento".

"El barroco es paradoja" dijo Carlos Fuentes y por eso se produjeron muchas en América, durante el descubrimiento.

"Es bueno recordar en 1992 que todos somos inmigrantes en el Nuevo Mundo, todos venimos de otra parte. Ahora viviremos en un mundo de migraciones instantáneas, ya no de carabelas, sino de "jet", concluyó Fuentes.