En una entrevista del diario "El Mundo" recogida por Servimedia, Bruni dijo que Sarkozy no se ajusta con la idea que ella se hacía de los conservadores y se confesó "de izquierdas", aunque no militante de la izquierda.

Explicó que al llegar al Eliseo "el universo de los conservadores me era totalmente nuevo", porque procede de "una familia burguesa pero que no es para nada conservadora".

Bruni dijo ser consciente de "los problemas" que ocasiona la "situación de desdoblamiento" provocada por su doble condición de primera dama y de cantante" y confesó que se siente "completamente superada por la situación externa".

La modelo señaló que ha dejado de ser italiana "hace tres meses" y aunque aún no tenga la nacionalidad, ya que éste es "un proceso largo", aseguró que ya se siente francesa".

Su decisión de pedir la nacionalidad francesa se debe a su afán de representar a "los hombres y mujeres de Francia" como primera dama del país.

Su intención es utilizar su puesto como primera dama "para algo serio", en concreto algo "relacionado con actividades humanitarias".

Por último, aseguró que en cuanto su marido deje de ser presidente de Francia ella volverá a subirse a los escenarios y aprovechó para reiterar su campaña en contra de la pirateria, ya que, a su entender "Internet es un ámbito que está fuera de la Ley" y esto no se puede permitir en una democracia.