Según fuentes de la organización, alrededor de un millón de persoas se ha quedado sin hogar como consecuencia de los combates y otras 200.000 han huido de su lugar habitual de residencia, muchas de las cuales llevan varios días sin comer; el número de víctimas mortales está aún por determinar aunque ya se cuentan por miles.

Cáritas Española se ha puesto en contacto con los misioneros españoles presentes en la zona con el fin de determinar que tipo de apoyo requieren y cuáles son sus necesidades más inmediatas.

El estado de sitio que ha vivido la población y lafalta de víveres y agua potable fruto de los asaltos de los rebeldes a los almacenes de las diferentes organizaciones, se vio empeorado por el cierre del puerto, bajo control de las tropas rebeldes.

La falta de agua potable y la presencia en las calles de cientos de cadáveres han causado un brote de cólera que cada semana afecta a 300 personas.

También el transporte de víctimas se ve afectado, la falta de combustible y de vehículos dificulta gravemente esta tarea. El único vehículo autorizado a crcular es la ambulancia del hospital que hace las veces de autobús para los trabajadores del centro y de transporte de heridos.

Cáritas Española financiará de forma inmediata la compra de una nueva ambulancia para este centro, así como de medicamentos y material médico y apoyará las actividades de los misioneros en la forma que estos consideren más adecuada.

La organización española ha abierto diferentes cuentas donde pueden hacerse efectivos los donativos, también pueden realizarse a través de ls Cáritas Diocesanas.