La ONG destaca en una nota de prensa que a esta campañahan acudido en busca de empleo trabajadores de sectores de la industria y la construcción que se han quedado en el paro.

"La contratación en origen y el escaso trabajo que hasta la fecha ha generado la campaña fresera ha dejado a muchos de estos trabajadores temporeros al margen, a pesar de que en su mayoría tienen la documentación en regla", resalta Cáritas.

Así, subraya que unas 500 personas malviven en asentamientos chabolistas en bosques y polígonos industriales en los alrededores de las localidades dedicadas al cultivo de la fresa.

Añade, que este colectivo no tiene acceso a servicios básicos como agua, saneamientos, electricidad o recogida de basuras, y duermen en chabolas construidas con los mismos plásticos que se utilizan en las explotaciones agrícolas.

Cáritas Huelva concluye que, si bien esta situación no es nueva y aunque en los últimos años se había conseguido minimizar el impacto de estos asentamientos, la crisis económica ha reproducido "escenas que hubiéramos preferido no repetir".

"Nuevamente", afirman los responsables de la Cáritas onubense, "hay que denunciar la falta de dispositivos que den alojamiento a todos aquellos que llegan a nuestra provincia para trabajar".