Después de la recepción pública que el matrimonio Aznar les dispensó en los jardines del palacio, los 195 cargos públicos del PP disfrutaron de un almuerzo tipo bufé durante el que el presidente y su esposa, Ana Botella, conversaron con los asistentes.

En el curso de esa charla informal, los dirigentes populares vascos se mostraron resueltos a seguir desempeñando sus responsabiliadades y dijeron a José María Aznar que no tienen miedo de vivir y de seguir trabajando en el País Vasco.

Aznar tuvo palabras de ánimo para ellos y su esposa se interesó personalizadamente por la situación de los concejales, junteros y diputados invitados a La Moncloa, así como de la situación de sus familias.

Prestó especial atención a la viuda e hijo del último concejal popular asesinado por ETA, Manuel Zamarreño, y a la familia de Miguel Angel Blanco, que este fin de semana conmemora el primer aniversario de la muerte del concejal de Ermua a manos de la banda terrorista.

El Almuerzo estuvo compueto por dos paellas, una de carne y otra de marisco, fiambres variados y salmón fresco. De postre se sirvió tarta de chocolate, tarta de queso y gelatina de melón. El menú estuvo regado con vino de la ribera del Duero.

Los invitados ocuparon cinco salones del palacio de La Moncloa y en cada uno de ellos actuaron de anfitriones el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy,el coordinador del PP, Angel Acebes, y el matrimonio Aznar.

Al finaliza el almuerzo, se ofreció a los cargos electos del PP en Euskadi los puros con vitola "Aznar Nº1" con los que La Moncloa obsequia habitualmente a sus visitantes. Sin embargo, no hubo suficientes cigarros para todos los asistentes que tuvieron que apuntarse en una lista para poder recibirlos posteriormente en sus domicilios.

Para los asistentes a la reunión de ayer el encuentro con el presidente significó saber que "no estamos sólos", que "podemos debatir nuestras experiencias" y que juntos "contribuimo a dar sentido a un proyecto nacional".

Según dijeron a esta agencia se percibía sensación de equipo y de pertenecer a un poroyecto que no permite pensar que "estas sólo ante el peligro".