Aunque una mayoría de los consultados por Servimedia lo duda y sigue manteniendo que Cascos sólo quiere hacerse notar en un congreso diseñado por Aznar para evitar "fulanismos" (con un cuidado equilibrio de protagonismo de los posibles sucesores), no faltan qienes después del día de ayer creen que "hay algo" más que una opinión.

Estos sectores se basan en lo siguiente: Hasta ahora había habido pronunciamientos testimoniales de que Aznar debe volver a ser candidato por parte del presidente fundador, Manuel Fraga, y de los ministros Juan José Lucas o Jesús Posada. Unas opiniones que cesaban cuando Aznar, una vez tras otra, decía que él no se presenta.

"Lo de ayer es otra cosa", relata una de las fuentes consultadas. Cascos sabía ante de hablar en Asturas que Aznar había ordenado en la reunión de `maitines` cerrar el debate abierto por el propio Cascos, y el secretario general, Javier Arenas, le recordó públicamente que la agenda del XIV Congreso está cerrada. Pese a lo cual, el ministro insistió en que el presidente sólo puede tomar una decisión sobre su candidatura "después de escuchar a los militantes".

La tesis oficial que se difunde desde el partido es que el ministro actúa en solitario, pero algún dirigente regional consultado por esta agenciaadmite que, democráticamente, es impresentable celebrar un congreso sin debatir el tema y que sea una Junta Directiva Nacional, en 2003, la que vote a mano alzada un candidato decidido por Aznar y media docena de dirigentes más.

Alguno de los consultados habla abiertamente de "pulso" de Cascos a Aznar y reconoce que, si lo plantea abiertamente en el XIV Congreso, sea como enmienda formal a la ponencia de estatutos o como declaración "estratégica" a los periodistas, se va a llevar a los congresistas "d calle".

"Lo cierto", recuerda otra fuente, "es que Posada, Lucas o el propio Fraga no van a ir nunca en contra de las tesis de Aznar, pero lo dicho por Cascos les ha puesto en la tesitura de ser coherentes y apoyarle o callar por disciplina".