EL CARDENAL RATZINGER REE QUE LA IGLESIA NO PUEDE CONDENAR LA PENA DE MUERTE EN TODOS LOS CASOS
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El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratizinger, aseguró hoy en El Escorial que es partidario de la abolición de la pena de muerte, aunque "no me atrevo a decir que la Iglesia deba condenarla siempre y en cualquier caso".
El nuevo catecismo, cuyo último responsable es el cardenal Ratzinger, justifica la pena capital en casos excepcionales siempre dentro del "fudamento del derecho y deber de la legítima autoridad pública para aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito, sin excluir, en casos de extrema gravedad, el recurso de la pena de muerte".
A su juicio, no existe ninguna contradicción entre la justificación, con más o menos matices, de la pena de muerte que recoge el catecismo y el rechazo total del aborto, ya que en el caso del no nacido "no existen elementos de culpabilidad".
Joseph Ratzinger, que cumple su tercer mandato al fente de laCongregación para la Doctrina de la Fe, reconoció que al paso de los años ya se ha acostumbrado a ser el personaje más criticado y peor tratado de la Iglesia católica.
Respecto a la polémica suscitada por el nuevo catecismo en sectores laícos, el prefecto dijo que era lógico porque "hemos vivido una gran crisis de valores y las personas que no comulgan con nuestra fe necesitan concer qué decimos".
Las críticas recibidas sobre la visión de la sexualidad ofrecida desde el catecismo son infundadas prque "nadie podía pensar seriamente que el catecismo recogiera una opinión diferente sobre la ética sexual a la que enseña la Iglesia".
ERRORES EN LA CATEQUESIS
El prefecto se mostró crítico con la labor de algunos catequistas, que no han sabido explicar la doctrina de la Iglesia y que ha provocado que "muchos jóvenes salgan de los colegios o de otros centros docentes sin la formación raligiosa necesaria".
"No podemos esperar", añadió, "que con la elaboración del nuevo catecismo se de por cerraa la labor catequética. No hago una condena general de la catequesis desarrollada en los últimos años, pero si digo que ha incurrido en algunos errores".
El cardenal, que sufrió un derrame cerebral en septiembre de 1991, dijo encontrarse bien, "aunque mi salud está en manos de Dios".
(SERVIMEDIA)
09 Jul 1993
EBJ