El cardenal no respondió a su carta ----------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

La Asamblea Cívica de Villaverde ha enviado una segunda carta al arzobispo de la Diócesis de Madrid-Alcalá, el cardenal Angel Suquía, en la que vuelve a expresar su rechazo a la actitud del párroco de la iglesia Madre del Amor Hermoso, que el pasado día 17 ofició una misa de campaña a los vecinos de Villaverde Bajo contrarios al realojamento de 88 familias gitanas en el asentamiento de Los Molinos.

En la primera misiva, el citado colectivo, que siempre se ha mostrado favorable a esta operación, pedía a monseñor Suquía que, si lo estimaba convenientemente, llamara la atención al sacerdote, no por su legítimo derecho a manifestar sus opiniones, sino por la implicación de una institución religiosa en un asunto como el del realojo.

La Asamblea Cívica considera que la actitud del párroco supone implicar a la Iglesia católica en una psición explícita de apoyo a los vecinos que se oponen a esta medidea, cuando en anteriores ocasiones dicha institución se ha mostrado en contra de movimientos violentos y racistas.

En el primer escrito, remitido al cardenal hace unos diez días, el citado colectivo urgía a Suquía a que le comunicara la posición al respecto de su diócesis, "que hasta ese momento había sido clara, y que la actuación del párroco aludido ha enturbiado totalmente". Sin embargo, el prelado no respondió a la carta.

Por s parte, el sacerdote que ofició la misa de campaña, Antonio Postigo, declaró en su día que había consultado con los órganos correspondientes y que accedió a la petición de los vecinos, "porque era algo muy serio" y no había que juzgarlo como simple racismo.

Según la Asamblea Cívica, la pastoral sobre "Integración del sacerdote en la sociedad mediante su trabajo" alude a que el presbítero "debe evitar que su opinión pueda ser interpretada como la única aceptable para el cristianismo, o que provoque inncesarias divisiones entre los fieles".

En otro apartado se dice que no es lícito que los cristianos se sirvan del Evangelio "para defender como exclusivas sus particulares opciones político-sociales. Tampoco lo es el organizar actos religiosos como instrumentos o propaganda de particulares ideologías o posturas políticas".

La nueva carta del colectivo concluye: "Por todo lo anterior y porque consideraríamos importante que conociera la otra opción en relación al problema (el realojo), le animamosque nos conceda una reunión, en la que podríamos explicárselo y, de paso, despejar todo género de dudas, sobre la posición de la Iglesia sobre el racismo, la xenofobia y la marginación".

(SERVIMEDIA)
28 Nov 1991
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