"Se ha trtado de dilucidar la competencia de los tribunales españoles y nunca se puso en tela de jucio la gravedad de los crímenes que se habían cometido, crímenes tremendos, que deben perseguirse, aunque otra cosa es que seamos nosotos, los tribunales españoles, los que debamos hacerlo", dijo a RTVE.

No obstante, el fiscal general del Estado reconoció que en dicho informe existe una frase "desafortunada", que es la que ha dado pie a que se diga que se justifican esas dictaduras "

Por otro lado, Cardenal reflexionó en voz alta acerca de las dificultades legales para penalizar el delito de apología del terrorismo, de la que explicó que, para que sea delictiva, es necesario que haya provocación directa a la comisión de un delito.

En su opinión, para catalogar todas las manifestaciones, provocaciones o desafíos de la gente del entorno de ETA como delitos de amenaza, habría que reformar el Código Penal, ya que actualmente "es muy difícil probar el nexo de causalidad entre l amenaza y el mal causado".