LAS CARCELES SON UN FOCO DE CONTAGIO Y PROPAGACION DE LA TUBERCULOSIS

- Según un informe de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica

MADRID
SERVIMEDIA

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) afirmó hoy que las cárceles son "terreno abonado para el desarrollo y propagación de la tuberculosis, debido a la masificación de los recintos, a la falta de cultura sanitria y a la carencia de medios sanitarios y humanos para combatirla". Por ello, la Separ exige al Gobierno un mejor control sanitario de la población reclusa.

El doctor Luis Molinos, del Servicio de Neumología del Hospital Central de Asturias, señaló que las deficiencias en cuanto al tratamiento antituberculoso "convierten a las cárceles en importantes focos de desarrollo y propagación de organismos resistentes a los fármacos, que en último término acaban por afectar a la población en general".

Seún la Separ, unos 13.000 reclusos de los más de 50.000 que hay actualmente en las cárceles españolas están infectados de sida, y de ellos alrededor de un 30% padecen además tuberculosis. Separ señala también que la falta de control está haciendo que la tuberculosis se propague entre este colectivo y entre los reclusos sanos.

Según el doctor Luis Molinos, "el riesgo de contagio se está extendiendo a la población exterior, ya que no hay que olvidar que la población penitenciaria no está encarcelada de pr vida y que muchos de ellos son internos clasificados en segundo grado, que disrutan de permisos de tres a seis días cada dos o tres meses".

Para solucionar el problema, tanto el doctor Molinos como los médicos de las prisiones, agrupados en la Sociedad Española de Medicina Penitenciaria, consideran prioritario dotar a las cárceles de más medios materiales y humanos para evitar nuevos ocntagios.

Para corregir esta situación y conseguir que España deje de estar a la cabeza de Europa, con 18.000 csos de tuberculosis anuales, la Separ considera urgente la completa curación de los reclusos, así como de otros grupos de población de características especiales -marginados sociales o drogadictos-, aplicándoles tratamientos antituberculosos supervisados (DOTS).

Esta modalidad terapéutica, recomendada por la OMS, consiste en que personal sanitario o voluntarios comprueben que el paciente toma cada día la dosis exacta de fármacos antituberculosos, durante un periodo de seis a ocho meses, con lo que se onsiguen índices de curación de un 95% o más de los casos.

(SERVIMEDIA)
07 Dic 2000
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