Dicha estadística permite concluir que Hacienda lleva ingrsado entre enero y setiembre 1,019 billones de pesetas por el Impuesto que grava las gasolinas y gasóleos, lo que representa un ligero aumento respecto a la recaudación de 1,011 billones obtenidos en igual periodo del año pasado por el mismo motivo.

En esos nueve primeros meses, se vendieron en España más de 23.000 millones de litros de carburante, de los que casi 8.300 millones corresponden a gasolinas y unos 14.800 a los gasóleos.

Estas ventas reflejan la caída que acusan las ventas de gasolina, algo menos de un 3% menos que en el mismo periodo del año pasado, y el constante incremento de la demanda de gasóleos, un 2,5% más.

La evolución del mercado tiene su repercusión inmediata sobre la evolución de los ingresos de Hacienda. Así, la recaudación por el impuesto que grava las gasolinas ha sido entre enero y setiembre de este año de unos 524.000 millones, un 2,8% inferior a la del mismo tramo del año pasado, mientras que la de gasóleos se situó en 495.376 millones, un 4,8% superior.

Ests cifras muestran también que los retoques que hizo el Gobierno a primeros de año sobre la fiscalidad de los carburantes le han permitido asegurar la estabilidad de los ingresos.

El Ejecutivo aplicó el 1 de enero una subida en el impuesto especial de la gasolina sin plomo de 98 octanos, al pasarlo de 59,5 pesetas por litro a 64,5 pesetas, y a pesar de esto, la recuadación ha sido hasta setiembre de 524.200 millones, frente a los 539.500 millones del año pasado.

Según los expertos consultados, de o ser por esa medida y por la respuesta favorable de los gasóleos, la caída de ventas de las gasolinas habría hecho resentirse a lo largo de este año los datos de recaudación de Hacienda por Impuesto Especial de Hidrocarburos.