Según el ministro, dichos incumplimientos han dado pie a los recelos de Bruselas, y por ello pide la revisión de aspectos que debería, según la Comisión, ser más duros, tanto en el periodo para aplicar ayudas al sector -España defiende hasta el 2005 mientras quiere que se limite al 2002-, como en los ajustes previstos para las empresas con contrato programa, especialmente Hunosa y Figaredo.

Piqué, que había participado en unas jornadas sobre "La Energía y los mercados de cpitales", dijo que existen aspectos que la Comisión valora muy positivamente, como que las subvenciones se vayan reduciendo en el tiempo, en lugar de vincularlas a la producción, porque eso sólo ha servido, dijo, "para que en un país con una minería del carbón ineficiente hoy exista una producción superior a la de 1982".

En éste sentido, agregó, "vamos a defender el plan porque está firmado con los sindicatos", a pesar de que en la Unión Europea sólo dos países defienden el ajuste sin traumas en este ector, Alemania y España". "Los ajustes que se plantean se pueden resolver en una mesa de negociación", opinó.