Este sistema, dijo Sendín, como el resto de las medidas que recogía el protocolo eléctrico referidas al carbón nacional, son negociables con los agentes interesados, empresas eléctricas y del carbón y los sindicatos, incluida la propuesta inicial de recortar cada año un 12,5% las ayudas públicas que se destinen a la minería del carbón.

De hecho, agregó ladirectora de Minas, "mi opinión personal es que es fácil que se baje ese porcentaje, y probablemente se bajará, pero en cualquier caso se tratará del resultado de las negociaciones abiertas con empresas y sindicatos".

Menos optimista se mostró Sendín con el sistema de incentivos a las eléctricas mediante la subvención de una peseta por kilowatio, ya que "se trata de una nueva ayuda que nos estamos inventando y puede representar un problema a la hora de ser admitida por Bruselas".

En este sentido,agregó, ya se han planteado objeciones al planteamiento del Gobierno de incluir en los Presupuestos del Estado una disposición en la que se fija el compromiso de pasar a las cuentas públicas las ayudas al carbón que ahora se financian con la tarifa eléctrica.

La directora general de Minas opinó que la finalización del Tratado CECA en el año 2002 no significa que se acaben las ayudas al carbón en esa fecha, sino que deberán tramitarse en el marco del Tratado de la UE, en el que hay menos sensibilidad cn éste sector que en el Tratado CECA, por el que ahora se canalizan las autorizaciones de dichas ayudas.

También explicó que en algunos de los grupos de trabajo que se crearán en 1997 para desarrollar el protocolo eléctrico, una vez sea firmado, habrá participación de los sindicatos, como es el caso de la que deberá fijar el precio de la tarifa.