Pese al susto que se llevaron los ciudadanos que pasaban por el lugar, la dirección del Zoo, donde quedó depositado el animal, aseguró hoy que la culebra no es venenosa ni pertenece a ninguna especie protegida.

Por el contrario, la bastarda, de color parduzco, habita en la mayor parte de España y es tan poco llamativa para la exhibición que el Zoo se la dará a la Agencia de Medio Ambiente de Madrid para que la suelte en el campo.

Un veterinario que pasaba casualmente por el luar capturó a la culebra y la llevó al Zoo de la Casa de Campo, que se ha hecho cargo de ella de momento.

Fuentes del Zoo señalaron que el animal está bien y creen que pertenece a algún particular. En este sentido, resaltaron que las costumbres españolas respecto a los animales de compañía han cambiado mucho en los últimos tiempos, por lo que no es extraño que algunas personas tengan estos reptiles en sus casas.

El Zoo de Madrid sólo exhibe ejemplares de serpientes venenosas y boas constrictor, muho más llamativas para el público por sus colores y tamaños que las culebras autóctonas.